De hecho, entre 1931 y 1943 se habían invertido con cargo a dicha ley la suma de 181,2 millones de pesos95. Como podemos observar, los servicios de agua potable aumentaron sostenidamente y, por detrás, los de alcantarillado86. Esto se explica porque era necesario primero contar con el agua potable para poder instalar los servicios de alcantarillado, pues estos necesitaban del agua para su limpieza, pero también por el mayor costo financiero de las obras de alcantarillado. Si bien ambas demandan altos niveles de inversión, las obras de agua potable son siempre más costosas que las de alcantarillado87. En efecto, tan tarde como en 1915, el gobierno reconocía que “en la gran mayoría de las poblaciones en que se ha instalado el servicio de agua potable no existe servicio de desagües, sea este formado por alcantarillas o por acequias”88.
Para este efecto, los municipios levantarían redes de alcantarillado a las que los vecinos se conectarían obligatoriamente, debiendo pagar por el servicio una cuota que fijaría el municipio33. Luego, la primera conclusión, es que la universalización del agua potable en Santiago fue producto de las políticas de la vivienda emprendidas por el Estado, y no de una política de servicio público llevada a cabo por las empresas públicas de redes. Si podemos hablar de modern infrastructure perfect (Graham y Marvin, 2001), en Santiago no fue la consecuencia de una supuesta época dorada de los servicios públicos, sino más bien de una política de vivienda. De esta manera, una trendy infrastructure best puede ser también promovida por políticas urbanas y sociales, es decir, por la voluntad del Estado de unlversalizar el servicio, más que por una política de red o de servicio público en el sentido más estricto.
A eso sumamos el impacto negativo que causó el terremoto de 1960, que ralentizó nuevas inversiones en los años inmediatamente posteriores al mismo, dada la urgencia de invertir en reparaciones de las obras públicas del país. Tras el retorno a la democracia, con los gobiernos de la “Concertación” el impulso privatizador del sistema sanitario estatal se suspendió, tanto por la presión de los sindicatos de las empresas sanitarias como de sectores de la alianza gobernante. De esta forma las empresas sanitarias estatales comenzaron a operar conforme normas pensadas para el sector privado, las cuales les ofrececían una serie de incentivos y herramientas para mejorar su gestión. La principal de ellas es la fijación de tarifas que no solo le permiten autofinanciarse, sino que también obtener utilidades140. Este avance en cobertura de agua potable, alcantarillado y agua potable rural queda de manifiesto en los siguientes cuadros. En 1989 casi un 99%124 y un 83% de la población urbana ya era reparacion de plomeria abastecida con agua potable y alcantarillado, respectivamente (Tabla 5), ubicando a Chile entre los mejores países de la región, lo que era exhibido como un logro por el régimen dictatorial125.
Este sistema “operaba de manera centralizada en materia de la planificación de inversiones, asignación de recursos y fijación de tarifas, siendo los SENDOS regionales sólo servicios operativos. Las tarifas eran establecidas sobre una base de subsidios cruzados entre las regiones del país, en orden a satisfacer las necesidades de la población, sin considerar el costo real de prestar el suministro”121. El SENDOS estaba constituido por una Dirección Nacional y once Direcciones Regionales, una para cada región del país; con la excepción de la región Metropolitana y la V Región, donde fueron creadas la Empresa Metropolitana de Obras Sanitarias (EMOS)119 y la Empresa de Obras Sanitarias de Valparaíso (ESVAL), respectivamente. Ambas empresas eran estatales autónomas, que se relacionaban con el Estado por intermedio del MOP a través del SENDOS. La nueva institución estaba encargada de los sistemas sanitarios fiscales, tanto urbanos como rurales concentrados, con excepción de la Región Metropolitana y la Quinta Región, donde operaban EMOS y ESVAL120.
En el caso que la desobstrucción demuestre que la responsabilidad no correspondió al cliente, éste debe asegurarse de que el documento firmado sea anulado en original y copias.
144Valenzuela y Jouravlev, Servicios de agua potable…,19-20; Celedón y Alegría, «Análisis del proceso de privatización», eighty one. 74Por largo tiempo el gobierno central trató de conseguir agua potable desde la cordillera para abastecer a Antofagasta, incluso apelando al apoyo de empresas privadas (salitreras). 65Posteriormente, en 1935 se dictó la ley 5.613 “que financia las obras domiciliarias de alcantarillado y agua potable con préstamos a largo plazo hechos por la Caja Nacional de Ahorros”, e inspirada en “un alto espíritu de justicia social”. Recién en 1898 las empresas municipales de agua potable de Santiago y Valparaíso pasaron a ser administradas por el fisco, y lo propio ocurrió en Concepción en 1907. Todos los establecimientos que tengan como objetivo la producción, elaboración y expendio de alimentos deben tener un sistema de aguas adecuado y seguro, que esté autorizado por la SEREMI de salud a través de la resolución sanitaria para agua potable y alcantarillado.
50Tanto en Santiago como en Valparaíso escaseaba el agua debido a la sequía que afectó al país en años anteriores. Respecto de la estructura del mercado, las empresas estatales representaban el ninety three,1% del mercado de agua potable urbana y el ninety two,7% del de alcantarillado, siendo el resto cubierto por empresas privadas y una municipal (Maipú), como se observa en el siguiente cuadro. Respecto del alcantarillado, solo se admitirían las aguas servidas de las casas y para la admisión de aguas industriales se debería contar con una autorización especial, previo informe de la Inspección de Agua Potable y Desagües. Por dicho servicio se pagaría una contribución según el avalúo fiscal de haberes de la propiedad y tendrían servicio gratuito de alcantarillado los establecimientos fiscales, los de enseñanza gratuita y los de beneficencia64. Es la acreditación de que las instalaciones de agua potable y/o de alcantarillado de tu propiedad están conectadas a nuestras redes de agua potable y/o alcantarillado.
Después de varios años de estudios, en 1913 se contrató la ejecución de las obras de captación de ambos afluentes, distante a 87 kilómetros de la ciudad, estando terminadas tres años más tarde. Respecto del alcantarillado, en 1903 se aprobó el proyecto definitivo de alcantarillado de Santiago, bajo un sistema mixto, donde se separaba, aunque sea de forma parcial, la red de aguas servidas de alcantarillado, de las aguas lluvias y las aguas del sistema de lavado de calles. En 1905 una empresa contratista comenzó las obras51, las que se prolongaron por una década (con una primera entrega en 1910)52, pues hacia 1915 se estimaba que la ciudad tenía una superficie de 3.500 hectáreas y la nueva red cubría 2.550 de ese total53. En Valparaíso, puerto con 162 mil habitantes en 1907, se construyó entre 1895 y 1900 el embalse de Peñuelas para suministrar agua potable a las partes altas de la ciudad y, entre 1911 y 1912, un sistema para la captación de agua del río Aconcagua, con una planta de filtro y otra elevadora, con su correspondiente acueducto de conexión con las redes de distribución. Respecto del alcantarillado, la ciudad puerto había comenzado la construcción de una red de desagües de aguas servidas en 1884. Sin embargo, el terremoto de 1906 destruyó la red y fue necesario comenzar su reconstrucción en los años siguientes, tarea que se encomendó a la Compañía de Desagües de Valparaíso54.
Los únicos municipios que se distinguen en 1982 por tasas de acceso al agua potable más bajas son los municipios del cuadrante sureste y de la segunda corona (La Florida, Peñalolén, San Bernardo, Pudahuel, Quilicura), que presentan simultáneamente las tasas más altas de poblaciones viviendo en campamentos y las tasas más bajas de conexiones al agua potable (comprendidas entre el 86 y el 94%). Estos municipios, todos abastecidos por el distribuidor público (Empresa Metropolitana de Obras Sanitarias, EMOS), se caracterizan por una urbanización reciente y rápida, y por un desarrollo polarizado de viviendas informales y precarias. A partir de 1975 el sector público nacional se vio sometido a un proceso de transformación y racionalización conforme a la nueva política económica neoliberal impuesta por la dictadura de Pinochet. En este contexto, se procedió, mediante el decreto ley 2.050 de 1977, a la creación del Servicio Nacional de Obras Sanitarias (SENDOS), con el fin de “reorganizar este sector de la ingeniería sanitaria, a fin de lograr un aporte eficiente y económico a los planes sociales de fomento y desarrollo del país”117. Se creaba como una institución autónoma del Estado de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio distinto del Fisco, de duración indefinida, desconcentrada territorialmente y que se relacionaría con el Gobierno a través del MOP. Para este efecto se fusionaron en el SENDOS, la DOS del MOP, la Oficina de Saneamiento Rural del Servicio Nacional de Salud y la Oficina de Ingeniería Sanitaria del Departamento de la Vivienda de la Corporación de la Reforma Agraria118.
Sin embargo, ya había logrado dotar de sistemas de agua potable a 199 localidades rurales concentradas, con una inversión whole de US$6 millones114. Con todo, el aumento de cobertura pasó de un 6% en 1960 a un 31% en 1970 para dichas localidades115. Dentro de la población rural, el Programa estaba enfocado en abastecer de agua potable a la población rural “concentrada”, la que se definía como aquella que contaban con una población mínima de 100 habitantes y un máximo de 1.000 y una concentración de forty viviendas por km de la futura red de agua potable. El Programa promovió la constitución de la misma comunidad organizada como eje central de la gestión de los sistemas de agua potable, bajo un esquema participativo y social fundado en las cooperativas rurales de agua potable, que resultó bastante dinámico112. Se instalaban pequeños sistemas, que en lo elementary empresa de limpieza de alcantarillado extraían agua de un pozo o vertiente, la cual period tratada en una planta de filtro y cloración, para luego ser bombeada desde un estanque de almacenamiento a la red de agua potable de la comunidad, quedando su administración, operación y mantención a cargo de la cooperativa113. Junto con esta gran inversión, el MOP, a través de la DOS, realizó inversiones adicionales para ampliar sus servicios de agua potable y alcantarillado a lo largo del país, pasando de administrar fifty nine servicios de agua potable y alcantarillado y 60 solo de agua potable, en 1949, a 118 y 150 en 1976, respectivamente, como se observa en el siguiente cuadro.